viernes, 13 de febrero de 2009

Un año. Vámonos...

A unas cuantas horas,

cuando el tiempo no se cuenta

y he bloqueado una fecha.

Sigo sentada en el mismo sillón,

escribiendo sobre el mismo tema con el que comenzó.

Estoy tan cansada,

los ojos se cierran,

y el corazón desvance.

Desde algunos días atrás:

HOY NO HAY,

simplemente no hay nada.

Volví a ese minuto, donde la vida giro dándome un revés.

Tengo el mismo nudo en la garganta

y las mismas lagrimas en los ojos

y los dedos con los que escribo, aun te recuerdan.

Un año

¿Cuánto es un año, en soledad?

Aquí, no ha pasado el tiempo,

sigo allá,

en esa fecha;

viendo como todo se aleja y quiebra.

Debor irme

y sigo mirando.

En tus pasos no existo

y eso duele,

duele más que la ausencia de mí ser.

No quiero que el mañana llegue,

se que llorare

y recibiré abrazos tan vacios, por no ser los tuyos.

Mi boca te llamara,

mi cuerpo te anhelara

y simplemente no sé, el que ya no estes...

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