Hay días en las que no te explicas las horas,
los minutos
o los segundos,
en los que el vuelo no emprende,
en que cada día estas sin estar;
cuentas hasta mil
deseando regresar a la calma,
en volver al sueño,
en que pides que la soledad no se vaya,
en que disfrutas ese segundo de silencio
y por dentro gritas
implorando que alguien escuche y acuda a tu rescate.
Y no hay nadie
y no hay nada
y no hay más
y quieres dejar de respirar,
solo quieres estar en paz.
No te mueves,
te paralizas,
escuchas sin escuchar,
hablas sin hablar,
lloras sin llorar
y las razones no existen,
solo existen los POR QUÉ;
y hoy no quiero más respuestas,
no quiero mas razones.
Sé que he despertado
y que jamás volveré a pedir entender las horas,
ni los minutos,
ni los segundos.
Solo agradezco el que estés a mi lado...
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