martes, 3 de mayo de 2011

Para Mayo...

Un domingo mientras estaba entre tus brazos

descubrí que los miedos son los mismos,

las sensaciones también nacen del estomago

y el brillo de los ojos al tenernos frente a frente, es con la misma intensidad.

Si algunos meses atrás me hubieran preguntado si estaría a tu lado

la respuesta hubiese sido un rotundo:

NO,

porque eso no estaba en mi cabeza,

porque ese día nació la sensación,

primero en el estomago,

seguido de la cabeza

y después en el corazón

y se quedo allí, en el corazón

que grita en tu dirección,

que implora tus manos

y muere si estas lejos.

Porque antes de ti no había nadie

y ahora después de ti no hay más,

solo el deseo de amarte toda la vida

y en cualquier vida.

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