Un domingo mientras estaba entre tus brazos
descubrí que los miedos son los mismos,
las sensaciones también nacen del estomago
y el brillo de los ojos al tenernos frente a frente, es con la misma intensidad.
Si algunos meses atrás me hubieran preguntado si estaría a tu lado
la respuesta hubiese sido un rotundo:
NO,
porque eso no estaba en mi cabeza,
porque ese día nació la sensación,
primero en el estomago,
seguido de la cabeza
y después en el corazón
y se quedo allí, en el corazón
que grita en tu dirección,
que implora tus manos
y muere si estas lejos.
Porque antes de ti no había nadie
y ahora después de ti no hay más,
solo el deseo de amarte toda la vida
y en cualquier vida.
descubrí que los miedos son los mismos,
las sensaciones también nacen del estomago
y el brillo de los ojos al tenernos frente a frente, es con la misma intensidad.
Si algunos meses atrás me hubieran preguntado si estaría a tu lado
la respuesta hubiese sido un rotundo:
NO,
porque eso no estaba en mi cabeza,
porque ese día nació la sensación,
primero en el estomago,
seguido de la cabeza
y después en el corazón
y se quedo allí, en el corazón
que grita en tu dirección,
que implora tus manos
y muere si estas lejos.
Porque antes de ti no había nadie
y ahora después de ti no hay más,
solo el deseo de amarte toda la vida
y en cualquier vida.
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