lunes, 13 de diciembre de 2010

Cotidiano...

Sentada en el mismo lugar de siempre,

con las personas de diario,

escucho una canción

y fumo un cigarro.

Es la cotidianeidad de los días,

de las horas;

hace falta algo:

¡No estas tú!

Y te extraño

“Y te miro mientras duermes más no voy a despertarte, y es que hoy se me agoto la esperanza”

Dice la canción,

dice mi corazón,

dice el alma cansada de esperarte,

de mirarte.

Y hay un “alguien”

que aun no tiene nombre,

que tiene ojos

y boca

que me miran,

que me besa,

que quiere llenar el corazón,

que existe la barrera,

que simplemente tiene que esperar

en un día como ayer,

en un día como hoy,

en lo cotidiano.

Y se que puedo,

y se que quiero,

y te quiero a ti

sentado a mi lado

esperándome,

esperándonos,

que sea de dos

y no de uno,

que sea lo que termine con las reglas del día.

Un día como hoy, que se vaya lo cotidiano.

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